De entrada lo primero que debemos definir es el concepto “soltero”, pues este tiene muchos matices… hay solteros-solteros (no casados sin pareja sentimental), solteros sub-casados (con algún compromiso en puerta tirándole a dejar de ser solteros), Solteros amarrados (aquellos que suelen tener algún noviazgo permanente que se extiende por años, y termina en cambio de pareja. No tiene la libertad de un “soltero-soltero”, ni el compromiso de un “casado-casado”… dedúzcase el término).
Están también los ligados al sector ganadero (por aquello de los cuernos)… Los solteros casados (los que tienen una vida de solteros estando casados) Los solteros sociales (Son los solteros casados que se comportan como solteros solo cuando están con otros amigos) y los solteros de corazón ( estos últimos no precisamente ponen el cuerno, pero en su vida estando casados, demuestran un gusto especial por su individualidad, pelean sus espacios y tiempos)
Además podemos mencionar a lo solteros legales, (legalmente solteros pero con pareja, y un montón de chamacos) y hasta los solteros encubiertos (aquellos que legalmente se casan por cubrir apariencias en la socidad o solo por ayudar con algún tramite legal a alguien).
En realidad varios de estos seudo términos normalmente pertenecen a una sola persona en diferentes etapas de su vida. Sin embargo para no hacernos tantas bolas reduciré todo esto solo en dos campos… aquellos que tienen una pareja y viven con ella y aquellos que viven solos o con su familia. Cabe señalar que en la mayoría de los casos, aun en el extremo de la persona soltera con terminación “ona”, la situación puede cambiar, existen casos en donde en etapa aun muy adulta llegan ha casarse y por todas las de la ley, dejando de pertenecer al grupo de las llamadas “nacidas para vestir santos”.
La soltería es una etapa muy oportuna y saludable para conocer, descubrir, aprender sobre muchas cosas de la vida. Cuando se inicia, en esos años en el cual se viene de un cambio, cuando la persona deja de ser adolescente y se convierte en una persona adulta, la flor de la juventud suele favorecer en todo aspecto, la belleza física ( terminó el acné) la vitalidad, energía, salud, y hasta un mejor estado de ánimo. Y suele ser que en esa etapa, en que la hormona esta en su máxima expresión, cuando también se descubre el amor.
Esto puede tener consecuencias muy negativas en el disfrute de la soltería, pues muchas personas en esta etapa es cuando deciden en la primera de cambios dejar de ser solteros. El amor florece y hasta deja frutos… un bebé, dos bebes, tres bebes , y en un abrir y cerrar de ojos, aquellos momentos de “libertad” se terminaron siendo sustituidos por una experiencia muy diferente y en muchos casos muy agradable, aunque también existe la otra cara de la moneda, cuando el matrimonio fracasa, cuando malamente se siente a un niño como una carga mas que como una bendición.
Quienes disfrutan muy poco su soltería, sea que les valla bien o mal, difícilmente podrían valorarla como tal, aunque continuamente muestra con sus acciones la falta que les hizo. De alguna forma tratan de tener una vida independiente, buscan ciertas “libertades”, sobre todo en el caso de las mujeres es común el que pidan a alguien que les cuide a los niños para poder salir con sus amistades solteras a algún antro. (por supuesto esto no significa que sean malas madres o quieran menos a sus hijos.)
Por otro lado, aquellas personas que tienen mas tiempo de disfrutar mas de su soltería, suelen progresar en otros aspectos de su vida, encontrando otro tipo de satisfacciones. Por lógica, una persona con menos distracciones puede enfocar más de lleno sus sentidos en su progreso profesional.
Pero ¿Quién define la edad ideal para dejar de ser soltero? Es sabido que en algunas zona de México como en Oaxaca, las edades promedio para que una mujer pueda casarse, van entre los 12 y 14 años. En el centro del país conozco a muchas personas que consideran que de los 25 y 32 años, son los ideales para contraer matrimonio. Aquí en frontera es común que se casen entre los 18 y 22 años. Más que la zona del pais, creo que lo que influye es el nivel social.
Creo realmente que hay un tiempo para todo, y que con equilibrio podemos disfrutar de cada etapa a su máximo, sin embargo, el panorama cambia cuando la soltería no es elegida, sino aceptada por no haber otra opción.
Dice un dicho que “siempre hay un roto para un descocido”, sin embargo en la realidad que nos rodea, eso no sucede siempre. El desequilibrio en la explosión demográfica, la promoción de la diversidad sexual y la difusión de los estereotipos aceptados del hombre y la mujer, no ayudan para que cada quien tenga a su cada cual, su media naranja, su gorda o su gordo, su chiquisrriquis.
En México hay más mujeres que hombres, hace unos años decían que a los hombres nos tocaban de a siete mujeres, habrá que revisar los censos mas recientes. El ser gay es considerado por algunos como una situación de moda, la gran red de información actual promueve cada vez mas la aceptación total de la diversidad sexual, llevando a la boca de varias mujeres la frase “que desperdicio”.
Por otro lado, los estereotipos aceptables para la mujer y el hombre, suelen ser muy difíciles de alcanzar, cinturas esbeltas, pechos notables y que no se caigan, piernas bellas y alargadas, cuerpos perfectos. Eso aunado a la promoción de la comida rapida, una hamburguesa en cada esquina, los taquitos después del antro, fritangas con chile y limón, nuestra comida grasosamente mexicana, los ricos pastelitos, y nuestras rutinas que nos hacen comer a deshoras, nos alejan mas de lo que se espera de una persona bien parecida. Al no sentir que se llenan las expectativas genera inseguridad y un auto rechazo que se transmite a quienes nos rodean. Por otro lado también existe cierto rechazo a buscar conquistar a alguien por alejarse de los parámetros establecidos, pues les puede preocupar el que dirán, el; “¡como puede andar con esa persona!”.
Por supuesto que a fin de cuentas eso no es tan importante como se cree, pero muchas veces eso se termina comprendiendo en otra etapa de la vida.
Aun haciendo eso aun lado, es un hecho que dos mas dos son cuatro, así de simple, las matemáticas no fallan, por lo que si tomamos en cuenta el número de mujeres y de hombres, tenemos que aceptar que de todas formas alguien se quedará.. “abanicando”.
Esa soledad, la obligada, es la que produce amargura. Esa es la que crea a las hermanastras de Blanca Nieves, a las brujas de los cuentos, y a muchas secretarias de oficinas de gobierno o de servicios médicos.
Mmm Si, ya se, me emocione escribiendo del tema, esta bien… en fin, con esto llego a la siguiente conclusión:
Cuando la soltería se elije, puede ser muy buena, hace crecer, permite alcanzar metas sin mucha distracción y abre oportunidades especiales; como el viajar y divertirse, aceptar ciertos trabajos que estando casado difícilmente se podría. Después de cierto tiempo seria, creo (al menos para mi) que seria bueno cambiar ese estado de soltería, pues permitiría ser pleno en otros aspectos importantes de la vida. Aun si no, creo que es una decisión que debe ser muy respetada.
Cuando la soltería es inducida u obligada, la situación cambia, puede afectar mucho, la persona puede hacerse muy dura, entrar en constante depresión, y hasta sentir poco amor propio. Creo que en los dos casos es muy bueno considerar las situaciones, y tomar en cuenta que de alguna forma todos estamos hechos para amar y ser amados, así que independiente a la decisión que tomemos, es importante que los que nos rodean respeten esto, nunca haciendo mofa de la situación, no marcarnos de alguna forma por no tener a alguien, convivir y relacionarse de igual forma con todos, y querernos, sobre todo en circunstancias en donde es evidente que la situación afecto a la autoestima. Y cuando la personas se siente mal por ser soltera, creo que ayuda el platicar del tema, quizas recomendarle que tenga una mascota, que se distraiga en algún pasatiempo o en aprender algo nuevo, en si interesarnos, para que vea que no esta sola.
Aunque, a fin de cuentas así nacimos… y así nos iremos, ¿no?...
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